El domingo 22 de Octubre, después de la actividad del Sábado en la Cueva del Viento y de la pitanza consiguiente al fin de campaña, me bajé hasta El Sucón, en las cercanías al pueblín de Caldueño, para echar una mano a los amigos del grupo Gorfolí, y continuar el aprendizaje en el mundo del espeleobuceo.
Siguiendo el curso de un arroyo que parte de la carretera en las cercanías al chigre del Sucón, se alcanza la entrada de esta cavidad. La progresión desde el inicio es bastante cómoda, por un cauce activo y, a pesar de la escasa presencia de espeleotemas, se trata de una cueva muy bonita, con alternancia de pasajes que la hacen muy entretenida. Inicialmente el activo de agua va cortando multitud de capas de caliza con pila de nódulos de sílice y dejando a la vista toda un panorámica clarísima del subsuelo llanisco. Más adelante la cueva va ascendiendo por un meandro precioso (parece la pista de un escalextric), para finalmente desfondarse antes de alcanzar el sifón. Éste tiene una longitud de 25 metros y un profundidad máxima de 5,4 metros, con una forma de "V" cuasi perfecta.
Una vez traspasado, el cauce continua hasta hacerse impenetrable, dejando como única opción la revisión de una ventana sobre este estrechamiento. La escalada tuvo éxito y la exploración es factible por esta zona alta, desfondada a varios metros de altura sobre el cauce activo, con lo que será necesario la instalación de pasamanos, debido a su anchura.
Hasta ahora se han mapeado casi 600 metros, que superpuestos sobre la ortofoto, indican la relación de la cavidad con una evidente fractura que se inicia en los materiales cuarcíticos cabalgantes de la Sierra del Cuera (y que se continúa por la caliza que da vida a esta cueva), en el entorno a la localidad de Buda. Veremos que da de sí....de momento las perspectivas son las mejores, como siempre.
(Las fotos están cedidas por Rafa Bernardo del Grupo Gorfolí)
En la brecha y sin parar.
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