El día 11 y 12 de Agosto nos fuímos a los Puertos de Agüeria para echar una mano a Pachu y Fane, del grupo de espeleo Gorfolí, en su campaña estival en el macizo de Ubiña. La actividad se centró en una cavidad cuya exploración quedó estancada en un meandro muy estrecho que desemboca en un amplio pozo de unos 15-20 metros de profundidad y con posibilidades de continuación en el fondo. Nos dividimos en dos grupos: Pachu y Julia (espeleóloga de Burgos) en labores de topografía y Fane y Gelo fueron a punta a intentar la desobstrucción (Justo tuvo que quedarse fuera al resentirse de una sobrecarga en uno de los tendones situados detrás de la rodilla derecha). La cosa quedó en nada ya que el taladro nos dejó tirados al empezar dichas labores. De todas maneras la experiencia fue muy positiva, lo pasamos muy bien y desde luego, el paisaje en el que se enmarcan estas cavidades es sin duda todo un lujo.
Respecto a la cueva en sí, se pueden observar una serie de particularidades, que según conversaciones con Pachu y Fane, son recurrentes en todo el macizo; en ella se identifican dos karstificaciones diferentes, una más antigua de grandes dimensiones y otra moderna consistente en estrechos (uséase puñeteros) meandros. En este caso, se trata de un gran pozo (a falta de datos topográficos y por el momento, de -165 m.) colmatado a distintas profundidades por grandes bloqueras y del que parten estrechos meandros que caracolean hasta enlazar de nuevo con el conducto principal. De hecho, estando en punta estuvimos escuchando durante un montón de tiempo a nuestros compañeros, que iban bastante por detrás topografiando, lo que indica la conexión a través de las distintas bloqueras a lo largo de todo el pozo.
Por ahora solo os podemos poner algunas fotos del exterior hasta que nos mande algunas más Pachu.
Respecto a la cueva en sí, se pueden observar una serie de particularidades, que según conversaciones con Pachu y Fane, son recurrentes en todo el macizo; en ella se identifican dos karstificaciones diferentes, una más antigua de grandes dimensiones y otra moderna consistente en estrechos (uséase puñeteros) meandros. En este caso, se trata de un gran pozo (a falta de datos topográficos y por el momento, de -165 m.) colmatado a distintas profundidades por grandes bloqueras y del que parten estrechos meandros que caracolean hasta enlazar de nuevo con el conducto principal. De hecho, estando en punta estuvimos escuchando durante un montón de tiempo a nuestros compañeros, que iban bastante por detrás topografiando, lo que indica la conexión a través de las distintas bloqueras a lo largo de todo el pozo.
Por ahora solo os podemos poner algunas fotos del exterior hasta que nos mande algunas más Pachu.
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